martes, 7 de enero de 2014

Solicitud (B.Ll.)

Yo, Begoña Llorente González, hija de José Luis Llorente, señor de las tierras gijonesas y maestro ingeniero
de las minas asturianas, y de Begoña González, señora de las tierras ovetenses y maestra ingeniera de
las minas asturianas, como conocedora de las tierras que gobernaron mis antepasados, con máxima
indignación

EXPONE

que por causas de falta de empleo en las tierras de sus parientes y necesidad de subsistencia, sus padres
antes nombrados hubieron de partir a las tierras centrales en las que hoy viven, estudian y trabajan que
llaman comúnmente los madriles. Fueron desterrados a aquí, dejando atrás ciudades tan emblemáticas
como Oviedo o Gijón y con ellas el mar Cantábrico y la formalidad de los ovetenses, para adentrarse,
exiliados de su tierra madre, en la oscuridad de una ciudad de luces, prisas y contaminación sin siquiera el
consuelo de tener un cauce digno de llamarse río. No perdiendo nunca el patriotismo asturiano soportaron
la gastronomía madrileña a duras penas sin introducirla nunca en el hogar, tierra santa de Covadonga.
Como extranjeros viven desde hace más de veinte años concibiendo dos hijos, que aunque cayeron en
tierras madrileñas, asturianos fueron criados con sus costumbres y hablares.
Viendo el panorama actual, más de veinte años después, que no ha mejorado, sino empeorado exiliando,
como sucedió con los señores antes citados, a más familias mineras y de otras profesiones igual de
prestigiosas;

SOLICITA:

que el Gobierno tome medidas para restablecer la minería en tierras asturianas y devuelva a los exiliados y
correspondiente descendencia al lugar donde les corresponde, salvando así a un principado cuyo prestigio
histórico va cayendo más rápido que el poder español y cuyas hazañas pasadas no han sido agradecidas
debidamente salvo con los títulos reales y, polémicos premios Príncipe de Asturias. Con ello, devolver a
las ciudades su juventud casi extinta y con ella fomentar la cultura, tradiciones, gastronomía y lengua que
tanto turismo brinda a España. Y así, siguiendo una cadena de positividad llegará todo el país al equilibrio
económico siendo los primeros europeos en salir de la crisis económica, lo que llenaría de orgullo y
satisfacción a nuestra nación. Una vez más, si no recuerdo mal, gracias al pequeño pero potente Principado
de Asturias, a sus fabes, su bable, su marisco y su mar. Restablezcan el sector minero que un día nos llenó
de gloria, o la furia de don Pelayo caerá sobre sus cabezas.


A 16 de diciembre de 2013.


B. Llorente.

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