martes, 11 de junio de 2013

Una frase muchas veces escuchada

Estaba despidiéndome de mi hijo en el aeropuerto, cuando le dije la última y típica frase paternal, sin poder evitarlo.

- ¡Y pórtate bien!

- ¡Yo soy bueno! – Me contestó.

Y también sin poder evitarlo, estallé en carcajadas. Mi hijo me miraba alucinado. Tardé bastante tiempo en conseguir controlarme, hasta que me dí cuenta de que la gente que pasaba a mi alrededor me miraba extrañada.

Después de respirar profundamente y tratar de sosegarme, volví a mirar a mi hijo que, a su vez, me miraba pensando que me había vuelto loco. Fue él quien comenzó a hablar, mientras yo aún me recuperaba.

- ¿Qué te pasa?

- ¿Sabes cuando fue la última vez que oí esa frase?

- ¿Qué frase?

Me miraba como si yo fuese un extraterrestre, y el pobre chico no entendía nada. Así que le sonreí, le di un abrazo de despedida y le dije que pasase hacia el control de seguridad.

Después de saludarle con la mano, y una vez que pasó el control, volví hacia la salida del aeropuerto, aún con una sonrisa en los labios.

Pero esa sonrisa se transformó en mueca triste mucho antes de que llegase al aparcamiento a coger mi coche, y cuando volví a recordar a quién me había dicho esa frase antes y muchas veces.

Y también al recordar el tiempo que tardé en recuperarme del daño que me hizo. Si es que alguna vez me recuperé, que aún tengo dudas.

Sin embargo, volví a sonreír pensando en lo mal que se iba a portar mi hijo en sus vacaciones con sus amigos. Pero yo también me portaba también muy mal a su edad. Y él también había aprendido a mentir.

Aunque nunca yo presumí de una bondad que no tenía.


JL Llorente

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