martes, 19 de marzo de 2013

Cuento 20: Naves en llamas más allá de Orión


Nunca vi naves en llamas más allá de Orión. Ni siquiera viajé a otro mundo, salvo en mi imaginación.

Nunca volveré a ser el mismo que fui, porque mi tiempo se acaba. Y como se acaba cada vez más rápido, ya no hay ninguna vuelta a atrás. Hubo un tiempo en que imaginé presenciar una batalla en Orión o más allá, y estar presente. Hubo un tiempo en que quería ser mejor de lo que soy, pero nunca lo conseguí. Pero conmigo, mis imágines y mis ilusiones, y también mis conocimientos, se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.

Ahora, con un plazo ya fijado para mi muerte, me doy cuenta, de cuantas oportunidades he perdido en mi vida. No tanto de las alternativas, porque siempre elegí, creo, los caminos, al menos los importantes, más adecuados. Más bien me refiero a las opciones a largo plazo, que desdeñé desde el principio, pero elegir es también un modo de disfrutar de tus decisiones. Carpe diem.

Nunca veré naves en llamas más allá de Orión. Pero me hubiese gustado mucho estar allí para verlas.

Quizás en mi siguiente vida.

JL Lorente

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